ALTURAS DE COPÁN

de Reynaldo Lacámara
Honduras, no te vayas a morir ahora
-sólo ayer te conocí-
no entierren a los campesinos de Copán,
ayer bailaban
en el corazón de Comayagua y Yuscarán.
Morenos también danzaban
su idioma de selva y pesca,
en la grande sábana,
donde humedales
mantienen lo sustancial
eréctil
lanzado sobre la tierra.
Que no te maten tanques y disparos.
Con Alfonso Guillén y Froilán Turcios
y Barreras y Càrcamos
se mantiene la savia de Villeda.
Conversé con Pompeyo del Valle,
fue en los jardines de gobierno,
Zelaya invitó a los poetas a palacio
en ese abrazo,
ese Sol
ese día de ayer.
No quiero que a los míos se los lleven,
ni reconocer su calavera
más adentro del verso.
Bastante tengo con el dolor del Andes.
Que este movimiento homicida
no pueda contra tanta sangre,
que vengan los de Ocotepeque,
los de Lloro y La Ceiba
que vengan los de Copán
y que estemos nosotros
para cubrir esta hora lúcida.
Gire en el viento
y se mantenga en el aire,
la palabra libre, Honduras,
el pan que entrega la esperanza,
la cordura de su rostro.